25 de abril de 2013

Somosaguas y la policía

Hoy, 25 de abril de 2013, hay un revuelo "medio" (iba a decir increíble, pero tampoco llega a tanto) sobre la situación en Somosaguas. Resumido: Alumnos (y no alumnos) que se encierran en la Universidad Complutense, en este caso en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y dedican la noche a preparar "barricadas" en las puertas para impedir el paso. El motivo es (o puede ser) legítimo: Queja, protesta, huelga estudiantil por los recortes en educación, subida de tasas y todo lo que asociamos a la figura de Wert, el primo español del señor Burns. Los métodos no lo son de ningún modo.

Yo estoy de acuerdo con las huelgas, aunque me jodan y me afecten como al más pintado. Claro que odio esperar el metro más de la cuenta, que no limpien, etcétera, pero entiendo que no podemos quedarnos impasibles ante el recorte de libertades. Otro tema es que la huelga de metro me fastidia a mí que necesito cogerlo, no a quién está haciendo los recortes varios (Se llame Esperanza, Ignacio, Albertito o Ana, da igual, porque esos no cogen el metro). Pero ya digo que ese es otro tema. Y volvemos a Somosaguas.

Lo que no tiene ningún tipo de justificación, es que me impidan entrar a la facultad. ¿por qué? Porque ese es otro modo de dictadura, la de la imposición, la de negarme la libertad de circular libremente por un lugar público. La coerción (porque aquí se llegan a las amenazas físicas y verbales, que eso no lo refleja nadie en la fotito de facebook con la policía entrando en la facultad) no puede ser admitida como instrumento legítimo para defender la educación.
No solo se le impide entrar al alumno (a quien así, creen obligar a hacer huelga, cosa que también creo que es y debe ser un derecho, y no una obligación) sino que impiden realizar otras actividades propias de la universidad. Obligan a los profesores a no impartir sus clases. Ni sus tutorías. Si tenías programada una tutoría con uno de esos profesores difíciles de encontrar, te jodiste. Tampoco permiten celebrar reuniones, que a veces cuesta mucho concretar y que son importantes. No permiten realizar actividades relacionadas con la investigación. Determinadas actividades solo se pueden realizar desde la facultad: acceso a programas carísimos pero insustituibles que la universidad tiene instalados en sus ordenadores, acceso a revistas de difusión científica (tanto en su versión papel como en su versión digital). Y en el terreno de la investigación, un día a veces es un mundo. Sobre todo si la facultad cerro el día anterior por causa de otra huelga (limpieza). Y si soy bedel, limpiador/a, conserje, camarero/a...lo que sea, resulta que tengo que "pedir permiso" para poder entrar a trabajar. Me tengo que enfrentar a un grupo de gente que no es consciente de que necesito entrar a trabajar.
La gente critica la presencia policial. Pero lo que no sabe es lo que hay detrás de eso. Que hay personas a las que han agredido por ir a su puesto de trabajo. Y esa es otra dictadura, la de tú no entras porque yo no quiero.
No quiero vivir con miedo a la policía. No quiero policía en la facultad. Pero lo que tampoco quiero es que un grupo de personas se crean con derecho a negarme el paso a mi centro de trabajo o a mi centro de estudio.