7 de septiembre de 2011

Vendedores de humo

Nos hablan de lo que queremos oír. Del futuro, porque el futuro es incierto y siempre atrae pensar en él; en un futuro jugoso, lleno de vivencias positivas, donde poder demostrar nuestra valía.
Pero mienten. Aprovechan nuestro hoy como empeño por el mañana. Pero el mañana de hoy sigue siendo hoy, cuando llega. Así el mañana prometido nunca llega. Son vendedores de humo, que aprovechan nuestros sueños en su propio beneficio. Qué barato el beneficio de su hoy a cambio de nuestros sueños de mañana. Robarán nuestra confianza, empeñarán nuestra esperanza basados en la promesa de la mejoría.
Se esconden en cualquier sitio; están en todos lados. El don de la ubicuidad. Pueden ser descubiertos porque siempre aseguran que tú eres la única persona a la que van dirigidas tantos bienes, porque las promesas las lanza sin testigos que puedan ayudarte a reclamar ese mañana. Abre bien los ojos, que están en todas partes.

1 comentario:

  1. Esto me recuerda a los vampiros de la mente, existe un libro el cual puedes consultar acerca de ellos, si no te suenan. Aunque es poco recomendable, resulta didáctico.

    El problema no está en los vendedores de humo, si no en los ingenuos que sueñan con un futuro mejor. Rebaños de infelices perpetuos, que en vez de disfrutar del presente, se arrastran entre los demás, cuestionándose el porqué de su lamentable existencia. Resulta sencillo alimentarse de personas que no saben que no hay que intentar recrear un futuro, si no recordar un pasado, lleno de anteriores presentes bien aprovechados.

    ResponderEliminar